
Los alumnos
Finlandeses saben que los docentes son de los mejores profesionales del país y
acuden a clase teniendo un buen clima de trabajo para conseguir su formación.
Los alumnos son libres para organizar su horario supervisados por el maestro y
centrándose en que la igualdad consista en elevar el nivel de todos. En nuestro
país los alumnos no tienen esas ganas por aprender ya que piensan que están
perdiendo el tiempo, no tienen la capacidad para comprender que lo que se está
intentando es formarlos para que puedan en un futuro tener un trabajo y lo que
ocurre cuando se quiere equilibrar todos los conocimientos es que se suele
retrasar a los más avanzados para que todos vayan al mismo ritmo.
En Suecia
los alumnos han tenido un bajón en los últimos años debido a que todos los alumnos
estudian juntos a pesar de sus conocimientos, se intenta quitarle importancia a
la relación entre alumno y profesor por lo que tiene que realizar trabajos
mecánicos que pueden realizarlos ellos solos y hace que el alumno no se prepare
para la vida adulta sino que se encuentra satisfecho con el mismo por estar
siempre jugando. Para conseguir mejorarlo hay que hacerle ver a los alumnos que
son parte del sistema y que aumente la relación entre alumnado y docente.
Con esta
visión de los sistemas educativos Finlandeses y suecos podemos ver que todavía
tenemos muchas cosas que mejorar en torno a la formación de los profesores y a
la educación, conociendo también que algunos cambios pueden no tener el efecto
deseado y hacer que los alumnos no adquieran los conocimientos debido al cambio
de metodología.
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